De las inseguridades y otros demonios…

El closet afuera y habernos probado todo antes de una salida, tener la necesidad de ir acompañadas a cualquier lado (incluso al baño), no atrevernos muchas veces a decir lo que realmente queremos por miedo a lo que los demás puedan pensar, "calificar nuestro cuerpo", no creernos capaces de lograr lo que nos propongamos ¿te suena conocido?

Creo que todas en algún momento nos hemos sentido de esa forma, no gustarnos, no creernos capaces, el pensar: no soy suficiente buena hija, esposa, madre, profesionista, etc. nos pasamos la vida poniéndonos adjetivos calificativos que en vez de hacernos creer que lo podemos todo, nos auto sabotean y nos permiten experimentar las cosas a medias. ¿Qué pasaría si tan solo por un día dejáramos a un lado toda esa inseguridad y la convirtiéramos en yo puedo, yo soy, yo merezco? podrá leerse trillado y casi salido de una charla de mujeres empoderadas, pero esto no sólo aplica para un género, sino para a todos.

Ahora a mis 30´s siempre me repito que la vida hubiera sido mas fácil si desde pequeña hubiera tenido las herramientas que hoy tengo, supongo el sueño de cualquiera que entiende que las experiencias, los malos momentos y las lecciones de vida se hicieron para dejarte un aprendizaje. En mi niñez nunca me sentí lo suficientemente delgada, ni lo suficientemente "bonita", ni la más inteligente; sabía que era buena en ciertas cosas o que "no era difícil de ver" por que me lo hacían notar, pero siempre era por medio de los demás que yo lograba pensar algo positivo de mí. A ver, tampoco me quiero tirar al drama ni que me mal entiendan que viví atormentanda por que no es de esa forma, pero la realidad es que si era una niña y una adolescente muy insegura, hoy soy una mujer aprendiendo a detectar y trabajar mis inseguridades, pero no cantando victoria por que el proceso es personal y nunca lineal. En esta búsqueda entendí que esas mismas inseguridades me hacían aceptar cosas que no me parecían, personas que no vibraban en mi sintonía, situaciones con las que no me sentía cómoda, y que en vez de accionar, dejé que ocuparan un espacio en mi vida. Aprendí que los estereotipo de "ser esto o aquello" no encajaba conmigo y que desde mí, mi perspectiva, mi pensamiento y mi cuerpo soy todo lo de bella que yo me veo, lo poderosa que yo me creo y que soy capaz de transformarme todos los días en mejores versiones. Nadie esta diciendo que es un trabajo fácil, por que la realidad es que no lo es, cuidarse a uno mismo, observarse, escucharse y reconocerse requiere, tiempo, ganas y valor entre muchas otras cosas. Sin embargo pensemos ¿qué podríamos perder y cuánto podemos ganar?